
En el corazón de Amazônia, Raoni Metuktire del pueblo Kayapo porta desde los 15 años un disco ornamental en el labio inferior que lo distingue como un guerrero que está dispuesto a morir por su territorio. Como jefe, Raoni ha luchado por la defensa de los ríos contra las termoeléctricas y en defensa de los bosques destruidos por la expansión del capitalismo. A sus 88 años, es un ejemplo de vida para los pueblos indígenas de Brasil y de todo el mundo.
La nominación al Nobel de la Paz para Raoni, en tiempos de pandemia, emergencia climática, ecocidio y genocidio nos recuerda que la defensa de la tierra, la vida, el agua y la selvas, son responsabilidad de todos en el planeta. Amazonía y los pueblos que la defienden son la cura de la tierra.
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